La promoción deportiva busca potencializar la reputación del futbolista.

Es importante señalar que menciono potencializar y no inventar cosas que no tiene el futbolista, eso es engañar.

Ahora bien, ¿porque decimos que la promoción potencializa la reputación y no las características técnicas o los resultados del futbolista?

Es necesario que entendamos que la reputación es el resultado de todo lo que es el deportista, la reputación nos dice en resumen si es bueno o no relacionarse con él.

Si bien, la reputación deportiva es un intangible que no podemos valorarlo muy bien en una negociación o cuando una marca apuesta en la contratación de un deportista, por eso es que hay un análisis atrás de la reputación, pero ese es un tema para otra publicación.

Pero, lo interesante de la reputación es que nadie sabe el valor real, hasta que se afecta por algo. Cuando converso con personas les digo que es como la salud, no podemos decir cuánto vale nuestra salud, pero cuando enfermamos aparecen gastos de medicamentos, consultas médicas, exámenes e incluso te hablan de cambiar tu estilo de vida y que tristemente vas por un camino que no es muy bueno, pues eso pasa exactamente cuándo se “enferma” la reputación.

Ahora hay dos maneras de manejar la reputación, la una es hacer las cosas bien desde un inicio, me refiero desde los 12 años de edad, en donde te capaciten como manejar y hacer crecer tu profesión de deportista; y la segunda es promocionarla si no hemos tenido el éxito esperado. Esta regla no siempre se cumple, pues muchos deportistas han tenido éxito sin ser promocionados, pero son casos particulares y nunca deben ser tomados como la regla sino como la excepción a una gestión adecuada.

Como resumen podemos decir que la promoción es una ayuda para mostrar al deportista, es como hacer un llamado al mundo del deporte diciendo que ESTÁ VIVO.

Como en todas las cosas, hay dos formas de hacerlo, con profesionales externos que hagan el trabajo o hacerlo con nuestro equipo de trabajo, dentro de FÚTBOL MAN trabajamos de las dos formas porque pensamos que el objetivo está en ayudar a que las cosas resulten bien, dejando de lado el comportamiento “del profesional mezquino”.